2. EL PAISAJE
2. EL PAISAJE.
En el moderno ‘Corredor del Henares’ se ha creado una gigantesca aglomeración industrial y de servicios, iniciada ya en los años 70 del pasado siglo, que apenas deja más que una estrecha franja natural de bosques de ribera, cortados, y antiguos campos de cultivo ahora convertidos en pastizal.
El río Henares abrió un valle de gran amplitud, de tierras fértiles y productivas, soportando un uso agrícola intenso desde tiempos antiguos. Estos usos tradicionales dieron lugar a un paisaje de campos de cultivo de secano y de huertas con pequeñas manchas de arbolado.
Posteriormente, parte de estos suelos pasaron a ser de uso industrial, residencial o de infraestructuras. Así, en el curso bajo del río Henares, zona tradicional de la campiña y la vega, desde Guadalajara hasta los municipios de Torrejón y San Fernando, han proliferado los parques empresariales, los espacios logísticos y los usos terciarios.
Este paisaje desnudo de árboles soporta un riguroso clima continental, de grandes contrastes térmicos y precipitaciones muy irregulares, y dota de condiciones semiáridas a toda la zona, donde el color dominante es el amarillo de la llanura.
El modelador natural de la comarca es el río Henares, que define nuestras tres unidades de paisaje:
· La campiña.
Se sitúa en la margen derecha del río, donde se encuentra Torrejón de Ardoz, y son tierras bajas, fértiles y llanas. Ocupan las terrazas del fondo de valle en sucesivos escalones cultivados, formando un relieve de suaves cuestas.
· El páramo.
Situado en la margen izquierda del río. Son las llanuras elevadas y áridas del altiplano de la Alcarria, con elevaciones y cerros que culminan a unos 200 metros sobre el nivel del río, cota que corresponde a la superficie del páramo.
Entre este nivel y la vega se desarrolla un talud muy degradado por la erosión y la escorrentía, posiblemente el elemento estético natural más característico de la zona. En nuestro caso, será el cerro del Viso el que domine el paisaje junto con el bosque de galería.
· El soto.
Son los terrenos más bajos y la vegetación que flanquea el río. El soto, bosque de galería o de ribera, es la franja de mayor biodiversidad y valor ecológico. Además, destaca notablemente en el paisaje debido a la ausencia general de arbolado fuera de él.
Esta zona de la vega y su bosque de galería sirven de refugio a la mayoría de las especies animales presentes en la zona, y será el escenario de la mayoría de las fotografías de esta colección.